Tiempos personales

A continuación se presenta el texto original de un testimonio

Me llamo Adriana y mi esposo Rubén, en junio adoptamos a B de 10 años, imagínate, separado de sus hermanitos, fue dado en adopción y como decía él lo devolvieron, así que, él no tenía buenas expectativas sobre una nueva adopción, por lo tanto al principio no hubo conexión sino que lo único que sentíamos era hostilidad de parte de él.

Al principio sentíamos que estaba con nosotros porque nos utilizó para salir del hogar, después que nunca nos iba a querer, y muchas otras cosas que solo de pensarlas te hacen sentir re mal.

A nosotros nos ayudó mucha una psicóloga infantil, las charlas telefónicas con Liliana y por supuesto mucho amor, pero mucho amor. Los padres pensamos que el niño que vamos a adoptar nos va abrazar, decir mamá y papá y a dar los besos siempre. Volcamos en él toda la espera que sufrimos por culpa de la burocracia. Creímos que todo lo que soñamos iba a ocurrir en segundos. En el caso de B, es un niño con historia propia no muy feliz y con mucho miedo al abandono, super inteligente, tiene en claro como manipular para obtener lo que quiere. Nadie le enseñó el amor, sólo vio maltrato, entonces también le costó entender lo que podría llegar a ser el amor, el buen trato, la cordialidad, el compartir, las caricias, los abrazos y eso le pesaba mucho; y como nunca lo vivió no sabía manejarlo.

Nos preguntábamos, ¿y ahora qué hacemos?, pero algo teníamos en claro, queríamos formar una familia, queríamos que el entendiera el amor. Nos jugamos a ese camino que todavía lo estamos transitando, fundamentalmente con respeto aprendimos a buscar y conocer nuestros tiempos. Somos tres personas diferentes con distintas actividades: papá jubilado de 58 años, mamá trabaja y estudia, de 44 años y B de 10 tratando de ser niño, feliz, no sabemos si es la mejor receta, pero es una experiencia más que quería compartir.

Hoy nos seguimos preguntando si la decisión que tomamos fue la correcta, pero ya la respuesta tiene otra variante, el camino es el mismo, el amor y con más fuerza, pero la variante es que cuando B se va a dormir a la noche, deja que lo acaricies y que lo llenes de besos y hasta a veces él se anima a demostrarte a su forma, su amor.

A veces es muy duro, pero cuando ves la felicidad sincera en la cara de tu hijo, todo lo malo que pasas desaparece. Los tiempos de todos no son iguales.

Anidar Chat
Te ayudamos?
Anidar Chat
Hola
Como te podemos ayudar?